Contradicciones

Hoy he ido a Decathlon a comprar una camiseta sin mangas para correr y una gorra. Al  ir a pagar me niegan una bolsa de plástico, a no ser que pague 5 céntimos de euro. Cuando he llegado a casa he tenido que estar 15 minutos con un cutter y mucho cuidado de no romper la ropa para quitar todo esto:

 

subproductos del consumismo.

2 etiquetas de tela y una de papel por prenda, más sus alarmas envueltas en una bolsita de tela y muy bien cosidito. Seguro que todo ello vale bastante más de 5 céntimos. Eso si que es una contradicción.

Nos inculcan el reciclaje desde la escuela, nos ponen contenedores de todos los colores muy cerca de casa, para que compremos mucho plástico y papel y luego lo donemos al sistema. A nadie se le ocurre hacer envases de leche de 2 litros, ó 5. Determinados productos pesa mucho más el embalaje que la materia prima, por ejemplo un sobre de lonchas de jamón serrano. El principal proveedor de Mercadona es una empresa de plásticos (curiosamente también valenciana).

Reciclar es lo que haciamos hace 20 años, ir con el cristal de la casera al bar, llevar la cántara de vino al  almacenista y traerla llena o que viniera el lechero a casa (creo que hoy está prohibido) y coser rodilleras a los pantalones en vez de tirarlos. En el reciclaje actual no creo, lo siento pero que no cuenten conmigo.