Dentro de los actos de la campaña de promoción turístico-gastronómica
llamada “Devora, es Burgos”, se ha realizado el pasado domingo una carrera urbana por
el casco histórico con el doble objetivo de patrocinar la declaración de Patrimonio
Mundial por la Unesco a esta noble parte de la ciudad con la catedral siempre
de fondo.
Tironcillo de orejas para el ayuntamiento ya que a pesar de
contar con los atletas populares para que le hagan las tareas de promoción no ha dudado ni un momento en
cobrar 10 euros que dolorosamente hemos tenido que pagar quienes hoy hemos
querido correr por nuestra ciudad. Al
menos queda el buen sabor de boca de haberlo hecho en zonas donde no es posible
hacerlo, bien por el tráfico o por el paso de turistas y transeúntes. Aunque desde
la organización municipal sí tuvieron a bien en “invitar” a correr a Oscar Pereiro, ciclista retirado y famosillo
más bien de segunda, ya que que no han acudido ninguno de los destacados
atletas profesionales de la ciudad, a pesar de que la organizaba el club del
burgalés Diego Ruiz.
Asi que he tenido a bien pegarme el
madrugón (tratándose de un domingo) y colgarme el dorsal de la camiseta del
club para correr en sana competencia. Lo que a primera hora de la mañana parecía
un típico día primaveral burgalés (4 grados) se quedó en un día primaveral a
secas con los más agradables 12 grados y el sol luciendo para dejarnos enseñar piernas y brazos aún demasiado blancos tras el recién abandonado invierno. Mañana pues
idílica para la práctica del hermoso deporte que amamos.
5 kilómetros y ni uno más han tenido la culpa del devenir de
la prueba atlética, que contaba como aliciente la subida al Castillo de Burgos,
con algunas rampas de consideración y que ha cortado el ritmo a los corredores tras
la fulgurante salida de los no muchos participantes de la prueba (320). Cinco
kilómetros no dan para mucho, y menos si contamos los sube-baja, resultando la
prueba un kilómetro llano, uno de subida, otro de bajada, el cuarto nueva
subida pero más suave por la calle Fernán González y en el último a darlo todo y acabar con un siempre agradecido sprint para acabar con buen sabor de boca.
Tiempo final de 21:56, puesto 73º de los 320, y el 16º de 60
dentro de la categoría de “veteranos A”, con buenas sensaciones, una más para el zurrón, carpetazo y hasta la
próxima, que espero sea dentro de muy poco pues las carreras es al running la guinda del pastel, a mi modestísimo entender.
Bien hecho!
ResponderEliminarVuelta a los ruedos...
ResponderEliminarTiene que ser bonito subir corriendo al Castillo. Aunque la subida tiene su aquel ¿no?
Buena carrera, y buen tiempo el tuyo.
Un abrazo
PD a mí el nombre de la carrera me recuerda a aquella Deborah Hombres... jajajaja