Crónica del XXXV Cross del Crucero

La navidad me ha cogido entretenido entre langostino y pata  de cordero, y no he podido publicar a tiempo mi experiencia en la carrera del pasado domingo. Una carrera de 10K con cuestas, presumiblemente dura a priori. Sólo fue a priori, luego fue dura de cojones.

Nuevamente pequé de pardillo, novato, o cómo queramos llamarlo. Peté a los 3K. Con eso lo digo todo. Primeros km. muy alegres, por debajo de 4. Primera cuesta que subo alegre y que me desmonta todos los argumentos por su dureza. ¡¡Ni sabía que se subía 3 veces!!

A partir del 3 todo fue un calvario del que tengo recuerdos difusos, sólo se que habia mucha gente animando, que hacía una excelente mañana y que la carrera para ser organizada por un club popular independiente es increible.

Las pulsaciones en torno a las 170, los ritmos cayendo a 5:30, y la jodida cuesta dándome de lleno en toda la boca.

A partir del 8 me medio repuse, tal vez ver a los atletas que me doblaron me inspiró, y acabé más o menos dignamente.

Una gran experiencia, y espero que me sirva de lección: salir conservador cuando no las tengas todas contigo. Ni que decir tiene que acabé reventado...¡árbitro, la hora! El crono: 44:17. A decir verdad es mi marca personal en 10K, no es oficial porqué me faltaron 100m para completar los 10. Pero esperaba más.


Aún asi hubo quién terminó peor que yo, a éste le dieron garrafón en la cena de empresa:

Triunfo para Antonio Nuñez, seguido muy de cerca por el burgalés Diego Ruiz.

Lo mejor fué que acabé sin dolores musculares. Al dia siguiente antes de la cena de Nochebuena hice un rodaje para descongestionar un poco los músculos. Y ya queda todo listo para la última carrera del año, la San Silvestre Cidiana. A punto de acabar el Año 1 cómo runner, ¡runner sin tobillos!