Ya está! Ya la corrí! Ya he participado en una de las más grandes carreras que se organizan! He vuelto sano y salvo del infierno de cuestas y agua para contarlo...
Cómo conté por aquí, la semana no empezó muy fina, con un dolor en el metatarso izquierdo que me hizo saltarme la tirada larga del domingo. El martes probé a salir, con un frio del carajo. El dolor habia mejorado, sólo se hizo sentir al final. Hize unos cambios de ritmo fuertes. Ya esa misma noche notaba algo raro, un goteo de nariz y cierta ronquera...no quería ni pensarlo. Pero al amanecer un saco de chinchetas se me había acoplado a mi garganta. Si, estaba resfriado.
Cómo bien dijo Murphy al proclamar su famosa ley, "
Si algo puede salir mal, saldrá mal". Doblemente
lesionado (hernía, metatarso) y resfriado. A pesar de todos los remedios caseros y no caseros no me he podido sacar el resfriado de encima. Más bien me ha bajado al pecho, dándome bastante asma. No volví a salir a correr desde el martes.
Con todo y con eso no me quería perder la carrera por mi soñada. Relativizé cuanto pude, y me dije a mi mismo de ir a disfrutar. El sábado no hize nada en particular, nada de pasta party ni beber mucho líquido. Las previsiones eran de frio y mucho agua. Y mi plan era levantarme a las 5:30, tratar de comer algo, coger un bus a las 6 de la mañana, y esperar desde las 9:30 hasta que saliese, las 11:24. Cosas de no poder haber acreditado marca en medio maratón al hacer la reserva.
En el bus lo pasé bien, lleno de atletas de Burgos con muy buen rollo y excelente humor. Paradita a medio camino para soltar lastre en el baño, y re-desayunar. Y al llegar a Irún comienza a parecer eso el diluvio universal, ¡gensanta, que forma de llover! Un atasco de miedo, agentes dirigiendo el tráfico, miles de atletas calentando, mucho ambiente runner.
Los corredores de mi autobús se empiezan a poner nerviosos. Algunos salen a las 10:30, y decidimos dejar las cosas en el bus en lugar de hacer uso del camión guardamochilas de la organización, más que nada porque el plazo de los que salen a esa hora ya ha terminado. Yo mientras sin prisa, aunque me empiezo a poner bastante nervioso. Me cambio en el mismo bus, me pongo un poncho comprado en un todo a 1 euro, un par de Ventolines para el asma, deseo suerte y me marchó pitando buscando el primer bar que me quiera dar refugio.
Por el corto recorrido que hize hasta una tienda de licores ya me calé los pies. me metí en el primer sitio que encontré, los de la tienda lo asumieron y nos dejaron quedarnos ahí, y eso que llenábamos la tienda y entorpeciamos a los pocos clientes que entraban. Hablé con unos cuantos corredores de Valencia, Albacete, Donosti, de Galicia,...todos ellos con dorsal blanco o naranja, nos movemos en el lado humilde del atletismo, jaja. Tan sólo salí de la tienda para ir al baño y a tomarme un café de gratis en un stand publicitario de al lado. Al ver el baño y lo que éste rebosaba desistí de inmediato de entrar, bien me apañe en un cercano árbol. Pasadas las 11, salí a la calle a encender el garmin para que pille señal y calentar algo, todo el tiempo sin dejar de jarrear.
"Dorsales del 20001 al 21700, acudan a la zona de salida" dijo el speaker. Y justo entonces deja de llover. ¡Milagro! Aunque ya estaba empapado a pesar del poncho. Tenía 2 geles, uno con cafeina y el otro no se porque se perdió, y me tome el de cafeina justo antes. La peña muy paradita, yo me puse a tirar tratando de salir lo antes posible. Lo logré, cómo se nota que ya habian salido 20000 corredores primero, me pusé al lado de la pantalla que marcaba la cuenta atrás. 3, 2, 1...
Y arrancó a correr. En unos pocos de cientos de metros es imposible por la cantidad de gente, pero pronto se despeja. Mucha gente animando, amago de salir el sol, y buenos ritmos. Cómo siempre, enfrascado en la corriente popular dejándome ir a ritmos superiores a los previstos. Aunque en ese sentido ha sido una carrera muy loca, he adelantado a corredores cómo nunca y me han adelantado miles de personas. ¿Cómo se explica?
Repechito para arriba, repechito para abajo. Sinceramente, cúando llegamos al alto de Gaintxurizketa (Km. 8) pensaba que ya le había pasado. No me resultó muy duro. Tomé la estrategía de subir a mi ritmo, y apretar en la bajada. A medio subida comienza la lluvia,...no, comienza el diluvio, casi granizo. No se ve nada, ésto ya es épico. Aún así, los arcenes con gente sin dejar de animar. "¡¡¡Aupa, Rubén!!!", jeje. Un acierto llevar el nombre impreso en el dorsal. Niños que quieren que les des la mano, ellos se alegraban, ¡y yo más! Comienza la bajada, pongo en uso la técnica pose, que sale sola bajando: pasitos cortos, debajo de mi centro de gravedad, dejarse ir...!estoy volando! adelanto a cientos, muchos de ellos me habían adelantado subiendo.
Bajando me fijo en un chico con una técnica espectácular, muy bonita su forma de correr. Va con 1 amigo y una chica. Es pequeñito, se da un aire a Kilian, y les puedo seguir fácil, ya tengo liebre. La lluvia no aminora, ya da igual, la cinta del pulsómetro se me pone en la barriga, un calcetín se me escurre y me hace daño en los dedos...El circuito se torna en un sube-baja constante. Mis liebres me dejan subiendo, luego les pillo bajando. La gente sin dejar de animar. Pasando bajo los puentes las voces retumban, y es emocionante.
Se me empieza a hacer largo, el ritmo es alto, al menos entramos en la ciudad. Todavía quedan 6, voy a sufrir. Y de repente el alto de de Miracruz (Km. 17). Iba advertido por mis avezados compañeros del bus, éste si que es duro. Y vaya si lo fué. Entre que iba algo cascado ya y que me acalambré en sitios que nunca me había pasado mi ritmo decayó considerablemente. Pienso en parar, imitando a muchos que no podían más...seguí, que duro es esto. Y aunque es corto, este alto me dejó tocado y casi hundido. Bandas de música tocando, otras ya recogiendo. Los 3 a meta que quedaban me fuí arrastrando, sin poder bajar de 5 min/km. Cómo en mi primera media maratón de Junio...También me advirtieron que se hace largo, que uno cree que al ver el Kursaal piensas que es la meta y luego restan 400 metros...No pude esprintar hasta los ultimos 100 metros. Y por fin meta. Por fín! Estoy muy contento. Ya no estoy cansado.
El tiempo: 1:41:03. En los últimos 3 me he dejado mucho. La gente haciendo natación sincronizada en los charcos. ¿Habrá dejado de llover ya?
Medalla, recogida de chip, bolsas de corredor, regalos de los patrocinadores, y corriendo a pillar un bus que me llevé a mi autocar, al borde de la hipotermía. Paramos a comer, y a las 20 h. en casa. ¡Vaya paliza de día! No estaba demasiado cansado, pero me metí a las 22h a la cama y 12 horas de sueño pueden atestiguar que
algo cansado sí estaba.
Behobia, te he vencido. No es una gran marca. Pero pienso entrenar más y mejor, y volveré y te volveré a vencer y haré una marca mejor.
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