Toquecito de atención...

Después de una excepcional semana, donde hize de todo menos aburrirme y quedarme en casa ya que hize bici, natación y 3 dias de carrera con su tiradita larga, me sobrevino un dolorcillo en el talón del pie izquierdo, aquel donde mi tobillo maltrecho tiende a quejarse más de lo que me gustaría. Así que opté por dejar de correr cómo me hubiera gustado un par de días y lo cambié por la bicicleta de montaña,  que por cierto, es para echarle valor con las bajas temperaturas que hay por Burgos estos dias. Más que nada por prevenir, pues el dolor que he mencionado era en el talón, zona que cómo bien sabemos los corredores nos puede dar bien la lata. No es que fuese un dolor ensordecedor, nada de eso, era bastante leve, pero si molesto, en una zona nueva y como dije sensible y cómo en ésto del correr no me va el sueldo pues prefiero pecar de precavido que de osado.  Y desde luego no olvido que no preparo ninguna carrera en particular.

Después de 3 dias sin correr el dolor ha desaparecido por completo. Así que hoy he salido a correr, y a disfrutar. La bici me gusta, pero se me hace una actividad más agónica que la carrera a pie. Cómo tenía ganas además, he ido a hacer unas cuestas. Por primera vez en mi corta vida de runner. Así cómo lo escribo. Claro que he subido cientos de cuestas, lo que no había hecho era bajarlas, y volverlas a subir. Así hasta 5 veces. Es duro. Me he ido a la cuesta conocida por aquí cómo la del Club de Tenis. Unos 500 metros, con un 6.5 % de desnivel. Se puede alargar más si fuese menester, pero ya la inclinación disminuye. Y cómo digo es entretenido, y duro. Es en la zona de Fuentes Blancas, pulmón verde de la ciudad, adonde acuden los burgaleses habitualmente a recrearse. Los que me han podido ver subiendo y bajando me miraban con cara de no entender nada. Pensándolo bien, sí que es retorcido subir algo con el único afán de bajarlo y volverlo a subir.

Y cómo la experiencia ha resultado satisfactoria, me apunto para repetir tanto la zona cómo el entreno. Procuraré combinarlo con algún dia de tabata y otro día de cambios de ritmo o farteleques, cómo lo llamo yo. Que lo de carrera continua larga en progresivo es agradable, pero cambiar pues también gusta.