viernes, 27 de abril de 2012

Barefoot running



No llevo corriendo ni 3 meses desde que superé la lesión, una rotura total del ligamento peroneo astragalino. Sóbre cómo me lo hize, no lo se ni yo. Lo más probable es que dicho ligamento estaba dañado por esguinces previos, y un dia en el que haciendo cambios de ritmo mexicanos (1 min.-2-3-4-5-4-3-2-1) por terreno pedregoso acabó de cascar. Ese dia no me di cuenta, lo noté cuando salí 2 dias despues, que empezé con molestias y acabé bastante cojo. Estuve casi 3 meses en el dique seco.

Durante ese tiempo donde no ves la luz al final del tunel, hize piscina (casi 2 km. diarios), mucha elíptica, conocí un fisio muy bueno, e investigué mucho acerca de cómo me había lesionado. Cómo reza el dicho, si superas una lesión acabas siendo más fuerte que antes, y te conoces mejor que antes. Ritmos excesivos,  falta de musculatura,...Desde entonces llevo a cabo una terapía de rehabilitación y fortalecimiento de los musculos de la pantorrilla y tobillos, los que nos sostienen de pie y nos impulsan y frenan en la carrera. Gomas, propiocepción, ejercicios con autocargas, y un curioso aparato llamado pielaster que compré y viene muy bien para estas cosas. Todos los días viendo la televisión estoy de pie sobre él de 1  a 4 minutos alternando el pie.

pielaster


Durante mi parón obligado también leí mucho sobre la nueva moda o corriente que viene del otro lado del atlántico, el llamado barefoot running, o correr minimalista. Todo vino sobre un comentario de mi fisio. Me pidió que estuviera descalzo por casa todo el tiempo, si podía. La teoría nos dice que correr con zapatillas ultra-amortiguadas nos lesiona más que si corriesemos descalzos, pues impide al pie adaptarse al terreno, y al tener ese trozo de goma nos permite entrar de talón, cambiando por completo los equilibrios de la fisiología humana, que dicen que debemos aterrizar con los metatarsos en una posición vertical con respecto al suelo.

También ha contribuido al éxito de esta nueva moda el libro "nacidos para correr", de Chris Mcdougall. Lo he leido, y aunque me encantó cómo novela, cómo tratado científico sobre cómo correr no me concence. Su feroz ataque a Nike como creadora de las primeras zapatillas de jogging y toda una nueva legión de taloneadores y lesionados es sospechoso.

Eso es la teoría, en la práctica la cosa cambia. Uno de los pilares de esta nueva corriente es la frecuencia de pisadas, nunca inferior a 180 pisadas por minuto. El ritmo a seguir con esa frecuencia es alto. Las primeras veces se acaba con una fuerte sobrecarga en los gemelos y sóleso, y con dolor en las plantas de los pies. Con sucesivos entrenos las sensaciones mejoran.

Tengo que decir que las primeras carreras tras la lesión y sin dolor fueron de esta manera. Cómo no me queria gastar el dinero en unas zapatillas minimalistas ni febrero un mes para correr descalzo en Burgos, me compré en decathlon unas newfeel many, con cierta reputación en foros.



No sirven para correr, para caminar y no mucho. La única ventaja es que no tienen nada de talón, 0 drop lo llaman, y tu cuerpo reacciona a las directrices del barefoot. Hize unos 10 km con ellas, pero cuando pude calzarme las "de siempre" las olvidé; este verano las usaré para ir a la piscina.

No creo que yo valga para el barefoot, mis problemas biomecánicos de hiperpronación y recurrentes lesiones de tobillos no me hacen el candidato ideal. En la prueba del Asics Foot ID que realizé hace 1 mes, el tipo que la hacía alucinaba en colores cuando se lo contaba. Acabó echándome la bronca y todo, mientras me convencía para que comprara unas kayano...
Tampoco creo que a la larga sea beneficioso para gente que corre carreras largas, está por ver que efectos crean en los que corren así a largo plazo.

Aún asi he sacado beneficios de todo ello. Continúo caminando descalzo por casa, un dia a la semana subo las escaleras de mi edificio (6 plantas) descalzo varias veces, y los días que hago rodaje suave lo acabo descalzo los últimos 2 o 3 km, con las zapatillas en la mano y con las miradas de todo aquel que me cruzo. Siempre corro descalzo por el carril bici, liso y donde se ve bien si pudiera haber piedras o algún cristal. Me sienta bien, es relajante, aunque los calcetines no suelen opinar lo mismo...

Y más interesante es el movimiento de las marcas comerciales de toda la vida, con el sucesivo lanzamiento de modelos más o menos catalogados de "minimalistas". Las últimas zapas que he comprado han rebajado el drop de 13 a 10 mm, lo cual facilita algo el correr de metatarsos. La última irreductible, Adidas, acaba de sacar un modelo de transición con poca amortiguación y bajo drop, las Adidas Adipure Adapt, qué parecen unos escarpines de agua al módico precio de 90 euros.

¿Y vosotros que opinais?

Saludos.


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